Blanco. Así se te queda la mente cuando te hablan de Capitalismo. Porque sabes que se avecina un buen sermón que, o bien no te interesa o bien tienes algo mejor que hacer con tu vida. Si nunca has sentido esto, es porque la persona que da sermones sobre el sistema económico del mundo contemporáneo eres tú.
Así que antes de poner los ojos en blanco, soltar un suspiro de desesperación y cerrar este artículo (que va de Capitalismo) ante la amenaza previa de taladrarte la mente con cosas que ni te van ni te vienen, te ofrezco un trueque: tú me lees con la mente abierta y yo de vez en cuando meteré un chiste malo para alegrarte estas tardes en las que los bares siguen cerrando pronto, ¿de acuerdo?
Y es que “Capitalismo” no es un concepto que se reduzca a una sola definición. Si bien el castellano tiene entendido que hablamos de un “sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado”, tanto tú como yo sabemos que significa muchas más cosas: es un problema, una solución, una ideología… Depende de la persona que escuche esta palabra le dará un matiz u otro.
Pero, ¿existe una definición acorde a todo el mundo independientemente de lo que les transmita? Supongo que si intentamos encontrarla se parecería a “cosa que nació con los humanos y va evolucionando con el tiempo”. Porque al igual que nuestras costumbres como sociedad han ido cambiando, la manera de comerciar y poseer también. No está muy claro en qué época empezó pero, si el hombre viene del mono, supongo que el Capitalismo surgió de las patatas del Neolítico, el periodo donde nace el comercio de nuestra civilización con el descubrimiento de la agricultura.
Lo que está claro es que, de cara a nuestra historia, evoluciona. Si nos fijamos hace una especie de metamorfosis no continua: surge como una oruga, a veces es un capullo y otras una mariposa. Porque a mediados del siglo XX redujo la pobreza, pero no la desigualdad. Entonces, ¿hay alguna manera de dar respuesta a los problemas sociales mediante la evolución de este sistema económico, o debería cambiarse radicalmente? Porque lo que está claro es que ahora mismo la situación es muy mejorable… Al menos para los 700 millones de personas que, según la ONU, viven en situación de pobreza extrema.
¿Puede el Capitalismo hacer algo por ellos? ¿O este fenómeno es responsabilidad exclusiva de las personas que estamos en una situación más favorable? No sé si, en algún momento, este sistema económico conseguirá desarrollarse para solucionar la pobreza y, si bien podemos teorizar, al final la solución estrá en la práctica.
Si el Capitalismo está ligado a una economía que depende a los recursos del planeta y estos están enlazados con la sociedad de la que tú formas parte, entonces el Capitalismo depende de ti. Y aquí va el chiste prometido: van dos y se cae el del medio. Porque el del medio eres tú: nadie te ha visto pero ahí estabas.
El sistema en el que vivimos da ofertas, te proporciona bienes, según tú los demandes. Por tanto, si se producen bienes que tú no compras, estos no son rentables y tienen que parar de producirse. Por esa razón tienes más poder y más responsabilidad de la que crees, ¿alguna vez has comprado algo que no necesitas? ¿Cuántas veces te has parado a pensar de dónde viene la camiseta que llevas puesta o las judías verdes que has hervido esta mañana? Levántate y reflexiona sobre qué y quién quieres ser, porque la manera en la que consumes repercute en el tipo de mundo en el que quieres vivir.
Y ahí está la respuesta: el Capitalismo va a evolucionar como tú quieras. Porque para chiste ya está el Covid riéndose en nuestras mascarillas. Sean cuales sean tus principios, tienes tus razones para pensar de esa manera siendo por tanto válidos.
Seguro que tienes tu propia opinión, ¿privatizas tus ideas o prefieres que sean de dominio público? Piensa en el rendimiento que obtendrás a largo plazo.